domingo, 15 de abril de 2012

[KyuHae] "El chico del metro" -OneShot-

 El chico del metro
Aclaración: Este one shot está basado en una historia real, que leí en facebook que le pasó a una chica, y le pedí el permiso respectivo para hacer de su anécdota un one shot. Espero que lo disfruten y se puede decir que está dedicado a ella d1.


Era un día como cualquier otro, es decir: Un día de mierda. Iba cansado, con sueño y asqueado de ese olor de mierda que hay en los carriles del metro tren en hora punta durante la tarde, cuando todos vuelven a sus casas con una expresión de estar allá muy lejos, en otro sitio y oliendo a eso, a trabajo, a cansancio, a desilusión...
Desde mis auriculares sonaba una canción que realmente me encantaba Night Life de T-Mills, suspiré hondo rodeando con la mirada el interior de aquel viejo vagón, sólo veía rostros iguales, quizás hasta iguales al mío, a pesar de ser un chico de 17 años, durante esta horas todo el mundo parece tener sobre 50. Todo era plano, gris.
Hasta que lo vi.
Un chico sentado en el suelo del vagón, en un rincón, tenía el cabello liso, medianamente largo y oscuro. Vestía un polerón levemente ancho y debajo traía una camisa a cuadros, llevaba unos jeans negros y contra su pecho apretaba una mochila pequeña color negro con sus brazos. De por sí a primera mirada llamó mi atención, agudizando un poco vista para fijarme en sus facciones... tenía un rostro fino, una nariz perfecta y tenía los ojos cerrados, el chico dormitaba con sus rosáceos labios bien formados  medio abiertos.
Quedé simplemente embobado, sin poder quitarle la vista de encima, apoyado como estaba al lado de una puerta, casi de frente al misterioso chico, de pronto abrió los ojos con delicadeza, pestañeó un par de veces y siguió con la vista fija en el suelo, se veía... triste, débil, tristeza que me dieron ganas de abrazarlo fuerte y no soltarlo, de hacer que sonriera, ya que su sonrisa debía de ser igual de hermosa que él mismo.
No me consideraba homosexual, para nada, sin embargo fue algo casi mágico el ver a aquel chico ahí; algo causó en mí, algo especial, ese calor y el palpitar acelerado, ese "algo" que no me permitía dejar de mirarle, lo cual era fácil, ya que él jamás levantaba vista de sus pies.
Mientras le observaba pensé en cómo había dado un giro de 360° a mi habitual viaje, jamás imaginé que estaría tan... ¿obsesionado? con una persona que no conocía, que sólo veía a dos metros de distancia.
Me enamoré a primera vista.
Siempre pensé que el asunto de enamorarse iba en la otra persona, independientemente de su género, pero jamás lo había sentido por un chico, y mucho menos un desconocido.
Perdido en mis propios debates mentales sin percatarme de que el vagón se detuvo,  se abrió paso  un hombre a mi lado que me chocó, gracias a esto salí de mi ensimamiento para percatarme de que el chico aquel se levantó, no pude evitar dejar escapar una pequeña sonrisa, él era más bajo que yo, aunque se veía algo mayor debido a sus brazos, y era realmente más bello de lo que pude apreciar antes. Comenzó a caminar, hice una pequeña mueca, hasta que por el rabillo del ojo leí el nombre de la estación, era la propia, por lo que de último segundo pude salir del vagón, cerrándose instantáneamente las puertas tras de mí y con la respiración levemente agitada busque entre el mar de gente aquella cabellera azabache entre muchas otras, esa mochila con el pequeño pez payaso de peluche colgando, y creo que la vi por unos segundos, muy a lo lejos en la estación, entre el mar de gente, y sin embargo seguía resaltando para mí.

Aún algo afectado por esta experiencia hice el trayecto común de la estación a mi domicilio, sin poder dejar de pensar en él, en todo él, y recriminándome en mis dentros el no haberle hablado, pedido su nombre o al menos saber si se bajó allí porque vive cerca y lo vería todos los días o simplemente no le vería... jamás.
Al llegar a mi casa apagué el mp4 y dando un último suspiro posé la mano en la manilla, pero me detuve al escuchar voces, teníamos visitas, y eso era extraño ya que vivíamos sólo mi madre y yo; antes de poder abrir la puerta se abrió, era mi madre recibiéndome con una gran sonrisa.
- ¡KyuHyun! Qué bueno que ya llegas, pasa, pasa. -me saludó amable, yo sólo le dediqué una mirada con desconfianza, por lo general no era tan cálida conmigo, miré hacia la sala y pude ver una mujer de la edad de mi madre-.
- Hola.. Soy Cho Ky-- -me presentaba cuando le vi, estaba allí, sentado en el sofá de mi casa, mirando hacia un lado con el ceño fruncido, lucía aburrido, molesto, sin ganas de estar en ese lugar, sin siquiera imaginar la creciente felicidad que en mi interior crecía.
Era él, el chico del metro.
-          Qué es esa cara, oh, KyuHyun –llamó mi atención mi mamá, al ver que no reaccionaba presentó a sus invitados-. Ellos son Lee YunMin y Lee DongHae, su hijo, se mudaron a la casa de al lado hoy, DongHae-ah tiene más o menos tu edad, es algo tímido –rió algo nerviosa y sólo al se nombrado él miró a mi dirección-. Hace poco falleció el padre de DongHae por lo que está algo decaído aún ¿Por qué no van a tu habitación?
Mi corazón latía a mil por hora, mientras era seguido por DongHae, DongHae, DongHae... Hasta su nombre era lindo, Dios, mis manos sudaban, entramos a mi cuarto el cual estaba tan ordenado como de costumbre.
-          DongHae sshi… -le nombre dándole la espalda mientras buscaba algo inexistente en un cajón-.
-          Tú venías en el metro junto a mí –dijo de pronto, fue como si un golpe eléctrico atravesara mi espinazo-. ¿Te gusto?
-          Ah.. ¿Ah? –musité y apenas moviéndome me volteé, temeroso-.

Me volteé esperando encontrar su rostro enfadado o serio pero no, él sonreía mirándome tal como si de un infante se tratara, como si fuera una nueva atracción, sonriéndome sin preocupaciones, y tal como imaginé hacía un rato, su sonrisa era preciosa, la sonrisa que me volvió loco con sólo verla unos segundos, la sonrisa de DongHae, el chico del metro.
El chico del que me enamoré a primera vista.

domingo, 4 de diciembre de 2011

[Kyumin] Solo bajo la lluvia {OneShot -angst-}


Solo bajo la lluvia. {KyuMin –One Shot- Angst}

Las pequeñas gotas de llovizna empapaban los vidrios de mis anteojos, sobre mí se abría paso un inmeso cielo oscuro, gris, casi tétrico que sin embargo era suave en su llanto, desde pequeño me gustaba mirar la lluvia caer, sin embargo ahora no sentía nada, estaba vacío, sólo existía un parque desierto, una banca, mi cuerpo  semi-conciente y… la lluvia amable y melancólica, ah y claro, un cigarrillo que se consumía lentamente en mi mano izquierda.
Estaba solo.
¿Por qué estaba solo?.
Él quizás se atrasaba en llegar, nos íbamos a encontrar en una cita para caminar por el parque, aunque él odiaba los días nublados. Pero no, no habíamos quedado de vernos aquella tarde.
Él seguramente estaba de viaje, en alguna entrevista, grabando, pero no estaba a mi lado. Suspiré.  Sabía que no era así, él no estaba de viaje.
Quizás, simplemente se aburrió de mí, se cansó, se fue, me abandonó, está en otro lugar dejándome olvidado. Negué levemente con la cabeza, pestañeando a penas.  Aunque soy una horrible persona, él es demasiado bueno para abandonarme de esa manera.
Es feliz con otro, jamás fue mío, jamás me amó como yo le amo, en ese momento él estaba con esa persona dándole el amor que jamás fue  para mí. No, aunque pareciera un sueño y un difuso recuerdo, sabía, sentía aún su piel, su respiración, escuchaba los latidos de su corazón en mis pensamiento. Él sí me amó, pero no estaba conmigo esa tarde. Él no estaba.
Cerré los ojos sumiéndome en oscuridad y al sentir caer lentamente gotas más gruesas de lluvia sobre mi piel, entregándome a los recuerdos que en algún momento me hacían inmensamente  feliz ahora eran dolorosos, me causaban daño, su sonrisa de bobo, su voz chillona, sus enojos, rabietas, sus besos, caricias, sus dulces palabras, ahora cada uno de esos preciados tesoros eran dagas atravesándome en una forma macabra, causándome dolor en cada poro de mi cuerpo.
Él no estaba.
Pasaron segundos, minutos, horas, ¿semanas, meses,  años, quizás?
Pero él volvería, ¿verdad? Todo volvería a ser como antes, las tardes en la cama, el cantar juntos, salir, hacer el amor, besarlo, amarlo… todo eso volvería, todo volvería a la normalidad, ¿verdad?.  Aún mirando las nubes una sonrisa leve acudió a mis labios, había olvidado lo que era sonreír.
Abrí los ojos lentamente, y  fijé mi vista en el cigarrillo, se había consumido causando una quemadura en mis dedos, mas no reaccioné ante el dolor, ni moví un solo músculo de mi cuerpo. Eso me atrajo a la realidad. Abrí los ojos desmesuradamente al momento que apretaba la mandíbula, todo lo vivido los últimos dos días vino a mí como un balde de agua fría, tal como las nubes me golpearon con una lluvia recia, furiosa.
 SungMin estaba muerto.
¿Cuántas veces le dije que la motocicleta era peligrosa? Que yo no confiaba en esos monstruos, le regalé un mercedes y aún así hasta ese momento estaba olvidado en nuestra cochera, ese pequeño estúpido, por ir en mi encuentro… No, no, él no tenía la culpa de nada, yo le pedí que fuera a recogerme, y aunque claramente le ordené que fuera en el auto, su voz resonó alegre y como la de un niño de cinco años tras el móvil.
- “¡Iré en la motocicleta, para que veas que son divertidas Kyunnie!” –luego de eso cortó, dejándome con la boca abierta para impedírselo, esa tarde el cielo estaba como ahora, suspiré y prendí un cigarrillo para esperarlo, él odiaba que fumara, decía que le haría mal a mi voz, la amaba, como yo amo  aún todo su ser.
Lancé un grito con toda mi alma, toda la mierda que tenía en la garganta estalló, lancé la colilla lejos,  al igual que mis anteojos, los cuales se quebraron en cientos de pedacitos al estrellarse contra el asfalto con fuerzas, grité, lloré, mis lágrimas eran disolvidas por la lluvia, golpeé el suelo hasta hacerme daño en los nudillos, sin embargo aquel ínfimo dolor no se comparaba con el que sentía por dentro, me quedé unos minutos en el cemento sollozando fuerte, el sonido de mi garganta disminuía, ahogándose por el golpe de la lluvia al morir a mi lado.
Miré hacia un lado con labios temblorosos de cólera, con la vista fija en el vehículo que estaba estacionado en un costado de la plaza, aquella motocicleta hija de puta no había sufrido ningún rasguño siquiera, ¿por qué entonces le causó tanto daño a mi novio cómo para llevárselo? Corrí hasta a ella y la miré con furia, de una u otra forma me monté sobre ella y la hice a andar por la calle, hasta llegar a la carretera dónde tomé una velocidad incalculable, corrí, corrí y corrí, sintiendo el ronroneo, no, el rugido de aquella bestia  bajo mis piernas, inundando mi cuerpo y haciendo que sintiese una adrenalina increíble, quizás eso hacía sentir vivo a mi Minnie, esta mierda le hacía sentir lo que yo jamás logré.
Mientras me aproximaba hacia la nada, las palabras de mi novio resonaron una vez más en mi mente, mientras más recordaba, más velocidad tomaba mi recorrido, mi furia interna sólo aumentaba, odié a aquella moto, odié al mundo, odié a las personas que me dieron el pésame, me odié a mí mismo, odié a SungMin.
No, jamás, jamás, podría odiar a SungMin. Aunque me hubiera dejado solo.
Sin darme cuenta volvía a estar llorando descontroladamente, yo quería estar con él, iba a estar con él, en la próxima curva no doblaría, seguiría de largo, sería una muerte rápida, aunque el dolor ya no importaba, sólo quería estar con él.
A medida que se acercaba mi propia muerte, de pronto mi mente se encontró en la sala de urgencias, mi mano tomando la de él, y mis ojos inundados de un llano incontrolable miraban los de él, su rostro magullado y ensangrentado, sin embargo ahí estaba él impasible con una sonrisa débil en el rostro, incluso hasta sonreír que era lo que a él más le gustaba hacer le debía causar un dolor indescriptible.
“- Kyunnie.. prométeme que dejarás de fumar, ¿si?. No quiero que nada malo te pase, sólo.. sólo vive, por mí, ¿si? Te amo.” –dio un pequeño apretón a mi mano  cerrando los ojos con una mueca de dolor, para volver a sonreírme-.
Él se despedía mientras yo con oídos sordos y palabras desesperadas le decía con que se callara, que todo estaría bien; me mentía a mí mismo y a él, aunque él sabía que no sería así, Min sabía que iba a morir y me suplicó que viviera…
Cuando volví en mí ya era tarde, no tenía tiempo de esquivar la curva, pero de pronto sentí como una fuerza desde mi interior me hacía saltar de la motocicleta momentos antes de que se estrellara, sentí el calor de mi novio a mí lado, aquella bestia se hizo añicos y yo rodé a su lado, golpeándome con fuerzas contra la carretera, quedé estirado a cerca de la motocicleta, respirando con complejidad, la lluvia aún caía limpiando la sangre que comenzaba a salir por borbotones, sólo que ahora más débilmente, suspiré con la vista en el cielo e imaginándome el rostro de sungmin, por inercia tomé mi móvil aún en buen estado y presioné el número dos.
Me quedé allí, esperando, esperando, sabía que él no volvería a mi encuentro, que no estaba de viaje, ni me había dejado, ni que ya no me amaba, aunque me fuera difícil sabría, vivir sin él, sólo sin él físicamente, ya que siempre viviría en mi corazón.
Y allí quedó bajo la lluvia mi cuerpo semi consciente, mi corazón luchando por latir en nombre de mi novio y mi móvil marcando un nombre, que sabía que pronto le vería a mi lado apoyándome que siempre lo había hecho… “Lee Donghae”. Por mientras no me sentía solo.
No estaba solo, SungMin estaba a mi lado, como siempre lo estuvo y lo estará.

miércoles, 5 de octubre de 2011


[EunHaeKyu] "¿Lo quieres?" -OneShot, Angst-

"¿Lo quieres?"


 “¿Lo quieres?”
- Si.
“¿Y por qué no estás con él?”
- Porque él ya no me quiere.
“¿Qué esperas para enamorarlo?”
- Ya lo intenté y falle.
“¿Y te rindes tan rápido?”
- Yo no, pero mi corazón sí.
“¿Y por qué no lo buscas?”
- Él ya tiene un amor.
“¿Y no vas a hacer nada?”
- Él es feliz.
 “¿Y tú qué?”
 - Yo lo soy, si él lo es.

Corté el teléfono, y lo lancé lejos, escuché el estrepitoso ruido al estrellarse y hacerse añicos contra la pared de mi habitación. Aquel vago se había repetido un par de veces más en el pasado, HyukJae me tenía aburrido, no paraba de llamarme, y de seguro cuando llegara de Japón por la tarde lo tendría aquí sentado a mi lado abrazándome, dándome ánimos, molestándome…. O al menos quizás eso necesitaba: un abrazo.
Me volteé quedando boca arriba, con la vista en el pulcro techo, con una respiración irregular a causa de la rabia que invadía impávida mi cuerpo, silenciosa… invitando a mi mente a sumergirse, nuevamente, en aquellos recuerdos dolorosos que son como llagas en mi corazón.
Yo lo supe desde un comienzo, desde el principio supe que a él le gustaba SungMin, desde que entró al grupo quizás, aún así me acerqué a él, perdido en sus labios gruesos con esa sonrisa que lograba causar un nudo en mi garganta, su expresión de hombre maduro cuando en realidad era la de un niño con rabieta, y por sobre todo su voz…. Estoy casi seguro que me enamoré de él al oírlo cantar.
Sin embargo, HyukJae me lo advirtió, mi mejor amigo siempre tenía razón, a él le gustaba SungMin, y yo soy un estúpido, KyuHyun me lo dijo y yo sólo le di me mejor sonrisa respondiendo “Felicitaciones pequeño, de seguro harán una linda pareja, ¿Te ayudo?” siendo que en el fondo sentía como algo se quebraba en mí.
Tuve que soportar escuchar de los labios de la persona que amaba cómo mi rival se lo ganaba, como estaba enamorado, su primer beso, verlos besarse fugazmente a escondidas por rincones de la compañía… todo era demasiado, y traté de llevarlo lo mejor que pude por un par de años.
La gota que rebalsó el vaso fue la noche que KyuHyun llegó más callado de lo común a mi habitación mientras yo practicaba “Beautiful”, pensando en él, se sentó a mi lado, le pregunté qué lo traía a estas horas por allí, sonriente como siempre, y así fue la primera y última vez que vi llorar al chico corazón de hielo. Él simplemente me abrazó fuerte, sollozando por lo bajo, pero con tal desesperación que llegaban a ser como pequeñas convulsiones en su cuerpo, sólo lo abracé, lo tranquilicé, no podía creer cómo el estúpido de SungMin le había sido infiel, a él, a ese chico frágil que en ese momento estaba en mis brazos, al que besé en la frente, en sus labios, con quien por despecho nos acostamos esa noche.
Me detuve un momento en mis recuerdos, abriendo los ojos, pensar en aquella noche para mí era uno de los pocos recuerdos completamente hermosos y a la vez el que más daño me hacía respecto a KyuHyun; pero lamentablemente –o afortunadamente, no lo sé- aquello era como una droga.
Luego de que a los pocos días desde esa noche, mi maknae volvió con SungMin, yo dejé de comer, me concentraba muy poco en los ensayos, en los programas de variedades, tuve hasta a JungSoo con HyukJae en mi cuarto preocupados por mí.
Para salir de mi hoyo, un día hablé a solas con él, KyuHyun me miraba cauteloso, con esa expresión distante que tenía siempre en el rostro, le dije, le conté todo, todo lo que había sentido desde el principio, mi voz se quebraba a ratos, cuando le dije que no fue que quisiera aprovecharme esa noche, si no que de verdad lo quería, que estaba enamorado de él, no pude evitar que unas cuantas lágrimas recorrieran mis mejillas, sentía que todo dolía, en especial su expresión inmutable, con desesperación le pedí que dejara a SungMin, que él no era un buen partido, que no lo quería, me acerqué a él y apoya mis manos en su pecho mirándolo a los ojos con mi mirada cristalizada, le pedí que me diera una oportunidad, no se arrepentiría…
<<- Hyung… lo siento, realmente… -me dijo en susurro, suspirando y tomando mis manos con delicadeza- tú mejor que nadie debería entender mi situación, yo amo a SungMin, casi de forma ciega, lo nuestro sólo fue un error egoísta de mi parte –aquello hizo que tomara una bocanada de aire para no caer en los sollozos-. No importa si no me quiere –mencionó después de unos momentos de silencio mientras soltaba mis manos lentamente-, yo soy feliz a su lado… y tú deberías serlo también DongHae… Promételo>>

Apreté los ojos, retumbando su voz en mi mente, su expresión, todo aquel momento en mi mente era demasiado, de mis ojos no pudo evitar salir las estúpidas lágrimas que ya tenían dueño desde hace bastantes años.

-  ¡Arg! ¡Mierda! –grité, cerrando los ojos, con los puños apretados agarrando la frazada de aquella fría cama- mierda, mierda, no… -me incorporé de golpe, ya sin contener fuertes sollozos, fui hacia la puerta, donde estaba un papel, aquel que había soltado después de leer, que era el culpable de haberme vuelto a caer en aquellos recuerdos casi enterrados-.

Lo releí, una, dos, tres veces, cada vez me iba alterando aun más, cuando de pronto escuché fuertes golpes en la puerta de mi departamento, siquiera me moví, con la cara hundida entre mis brazos, cuando la perilla se abrió supe de inmediato quien era.

- DongHae, estoy aquí contigo, no estás solo… -susurró en mi oído, cuando de un segundo a otro lo tenía abrazado a mí, sentado a mi lado en el suelo-. Recuerda lo que prometiste, lo que me prometiste… -me apretó un poco más fuerte y mis sollozos comenzaban a disminuir su fuerza- Tienes que ser feliz, detén ya esto, por favor…
- HyukJae… Hyukk… -me aferré a él como un niño pequeño, como tantas veces lo había hecho, como tantas veces él estuvo a mi lado, pensándolo bien él siempre había estado a  mi lado…. HyukJae había sido el más afectado de todo esto, yo era aún peor que SungMin y KyuHyun juntos, haciéndole esto a mi hermano, a mi mejor amigo, aún sabiendo que él me amaba, que era el único que me soportaba…

Caí dormido en los brazos de mi amigo, dándole vueltas a las palabras que acababa de leer… como siempre, esperando que al despertar me encontrara en la sala de ensayo, en los años que Super Junior era un grupo de prestigio, antes que todo acabara…





<<Para DongHae:
Hola Hyung.. tanto tiempo, bueno.. no sé bien por dónde comenzar. Han pasado dos años desde la última vez que hablamos… y creo que es hora de que lo sepas, después de aquella noche que estuvimos juntos yo iba a terminar con SungMin… pero él… él me reveló ese día que tenía cáncer, me lo dijo aquella fría mañana, no sabía qué  hacer, bueno, ya sabes el resto, decidí quedarme con él y apoyarlo. Luego de que a los meses todo acabara en el grupo, me fui a Estados Unidos con él, para ayudarlo en su tratamiento, su mejoría ha sido increíble, aunque sigue débil.
Siéndote sincero traté de contactar contigo, creo que no te llegaron mis cartas… DongHae, sólo con el paso de los años he sentido la falta que haces en mi vida, lo que necesito tu calor, sé que soy una persona horrible y egoísta, pero, ahora que no estás a mi lado me di cuenta de que yo de verdad te amo…
Quise escribirte justo ahora porque el otro día soñé contigo, soñé estábamos solos los dos, pero te vi triste, como ese día que lloraste frente a mí, desperté llorando.
Sin embargo, ¿Mantenemos nuestra promesa? Yo soy feliz, soy feliz estando al lado de mi mejor amigo en momentos tan duros como este, y espero que tú también lo seas, que sigas adelante con tu vida, quizás en un futuro próximo nos encontremos.
Gracias.
Te amo.
Cho KyuHyun.>>

miércoles, 17 de agosto de 2011

[HaeKyu] Cosquillas -One Shot/Lemmon-


El HaeKyu -o KyuHae- es mi OTP favorita y es primer one shot que escribo de ellos <3

Cosquillas

- ¿Sigues enojado? –le oí decir a DongHae desde la cocina, sin hacerle caso. No quería siquiera verle la cara por un buen rato-. Ya veo que sí –suspiró y se acercó- vamos Kyu, no es para tanto… no puedo creer que aún estés enfadado por eso.
- Mhj –sólo bufé, concentrándome en mis videos juegos, él debió haberlo pensado antes de besarse con EunHyuk- Quítate de en frente quieres...
- Cho KyuHyun –Hae se arrodilló frente de mí, tapándome por completo la televisión, puse el juego en “pause”-. Tú sabes, sabes que HyukJae es mi mejor amigo, y que te guste o no, el EunHae es el OTP más querido por todas –me miró serio, era extraño verlo enfadado - ¿Sabes a cuántas chicas hicimos felices?.
- P-pero van a mal interpretarlo… -dije como un niño mirando hacia un lado- además no me gusta verte besando a otro, hyung.
- Qué importa que lo mal interpreten –Hae rió por lo bajo y tomó mi cara-, tú y yo sabemos lo que somos.
- Pero… -Trató de besarme pero corrí el rostro, aún no se me pasaba completamente la rabieta así que él rió y metió sus manos por debajo de mi suéter- ¡H-hey! ¡C-cosquillas no! Ah.. ¡ja, ja, já! –él sabía mi punto débil,  traté de lanzarle un golpe como siempre lo hacía cuando trataba de hacer esto pero con una sola mano suya tomó ambas mías, a veces olvidaba que era bastante mayor que yo.
- Vamos, ríete un poco –se sentó sobre mí, aprisionando mis piernas, mientras que con su otra mano hacía estragos en mi estómago-. Sabes que amo tu sonrisa.
- ¡N-Noooo! –de a poco con la risa descontrolada, me zafé de él y me aproveché para también atacar a sus costillas, una vez que le siguiera sus juegos no le hacía mal a nadie-.
- Ven aquí –entre risotadas y juegos caímos a la alfombra, él sobre mí, presionando mis muñecas, ambos nos miramos un momento con la respiración agitada y reímos-.  Amo tu sonrisa… ¿te lo había dicho? –se me acercó lentamente y me besó, con profundidad, lentamente, solté mis muñecas suavemente mientras transcurría ese juego exquisito en nuestras bocas y pasé mis brazos por su cuello-. Te amo.
- Y-yo también –dije apenas, sintiendo mis mejillas arder, me aferré a él, definitivamente no podía estar enojado mucho tiempo con aquel pez-. Pero eres mío, no quiero verte con otro… ah…
- Ohh… ¿en serio? –mordió mi cuello un poco más fuerte esta vez, me soltó y deslizó sus manos por debajo de mi suéter nuevamente, ahora sacándomelo-  ¿No quieres que le haga esto a otros? –besó suavemente uno mis pezones y siguió bajando por mi estómago, yo cerré los ojos dejando escapar pequeños suspiros-.
- N-noo… -fue lo único que podía articular, ya que mi enfado estaba ahí por sus palabras, pero su boca y sus manos me hacían sentir lo contrario.
- ¿Y esto te da cosquillas?  -mientras besaba mis costillas llevó su mano a mi entre pierna, hundiéndola un poco ahí y causando que arqueara un poco la espalda- eres tan sensible amor… -me dijo riendo con suficiencia, luego se erguió y se sacó su playera, luego me tomó por la cadera y me sentó sobre él, pude sentir su miembro ya despierto bajo mi trasero.
- Miren quien habla –lo besé y me froté un par de veces sobre él causando una fricción tortuosa pero exquisita-. Tú eres mío, pez –me solté de su agarre-. No quiero verte de nuevo tan de cerca con HyukJae hyung… -le saqué su playera y luego desabroché lentamente su pantalón, colando una de mis manos por sobre la tela del bóxer- Mhh…
- Si vas hacer algo, hazlo rápido Kyunnie –me dijo con voz ronca, reí ante su fastidio-.
- Ya ya… -saqué sin dejar de acariciar su miembro, y besé la punta, una, dos, tres veces, pude sentir como se tensaba el cuerpo de mi novio, para luego echármelo de lleno a la boca, de arriba a bajo, jugando con mi lengua.
- Ah… KyuHyun… -soltó un gemido por lo bajo y llevó una mano a mi cabello, acariciándolo y ayudando en que llegara más a fondo- Mh… -yo sentía palpitar apretado al amigo entre mis piernas, escuchar mi nombre en los labios de DongHae siempre, pero siempre sin importar el lugar me había puesto a mil, seguí cada vez más rápido, cada vez más hondo- Ya... KyuHyun detente… prefiero acabar dentro de ti… -volvió a hablar con voz ronca Hae, tomándome con suavidad por los hombros & levantándome- Ven, voltéate –dio un topón en mis labios y luego me acomodé quedando sobre mis manos y pies, “en cuatro”, como se dice- Vaya, ya estás bastante lubricado… -río-.
-  ¡T-tonto! –le dije con mi cara completamente roja, me molestaban sus comentarios tan morbosos en momento como este-. Sólo apresúrate… te quiero dentro de mí… -dije por lo bajo, pero obviamente mi novio lo escuchó. Llevó dos de sus dedos a mi boca, yo como de costumbre los lamí para humedecerlos lo que más pude, de mí dependía eso-.
- Comencemos… -lentamente introdujo uno de sus dedos en mi agujero, apreté las mandíbulas dejando caer la cabeza- ¿vas bien? –asentí, por lo que comenzó a moverlo, haciendo pequeños círculos y de improvisó metió el segundo, sacándome un gemido-. Ya casi está cariño… -con su otra mano acarició mi cadera, sin dejar de jugar con sus dedos ahí… hasta que sentí que ya estaba lo suficientemente húmedo como para seguir-. ¿Ya? –Hae soltó una sensual risita-.
- S-sólo hazlo… -gruñí entre dientes, él puso ambas manos en mis caderas y pude sentir la punta de us miembro en mi entrada, comenzó de forma lenta, tranquilo, yo apreté los dientes, hace una semana que no teníamos tiempo para nosotros por el SSIII por lo que me dolió bastante más de lo común.
- ¿Cómo vas? –me preguntó con voz ronca- Estás más estrecho de lo común amor… -soltó una risita sensual, seguida de un gemido al llegar a mi fondo- Comenzaré a moverme… -una de sus manos acariciaba mi trasero casi de forma tierna, mientras comenzó con un vaivén lento, tortuoso- ah…
- A-ay… -me quejé al principio, que fuera tan lento sólo hacía que doliera más, por lo que empecé a mover mis caderas para profundizar las estocadas y apurar el paso, DongHae se dio cuenta de esto, elevando la velocidad-.
- Ven acá –me tomó por la cadera, dejándome sentado sobre él dándole la espalda, comencé a dar gemidos ahogado por el placer, él hizo lo mismo a su vez en mi oído, besando y mordisqueando mi oreja-. Demonios.. KyuHyun…
- Ah… DongHae –daba pequeños saltitos sobre él, con una de sus manos en mis caderas guiándome y la otra masturbándome por sobre mi mano que ya se encontraba allí-.

Con algo de dificultad quedé acostado de espaldas con mis piernas a ambos lados de sus caderas y él sobre mí dando embestidas cada vez más profundas y rápidas, se inclinó un poco para pasar su lengua desde mi clavícula, hasta mi boca, donde entrelazamos nuestras lenguas dejando un hilito de saliva al separarnos.  Nuestros supiros y gemidos llenaban la habitación.

- Ya casi…  -murmuró entre quejidos y llevó una de sus manos a la mía que apretaba la sábana, entrelazando sus dedos con los míos, y la otra mano a terminar con el trabajo en mi entrepierna, yo sintiendo el calor terminal arqueé mi espalda y eché la cabeza hacia atrás, la velocidad aumentaba, hasta que quedó mi mente en blanco, en el momento que sentía la esencia de mi novio subir por mi estómago y la mía propia derramarse entre nuestros estómagos y su mano-.

Nos quedamos un momento inmóviles, con la respiración agitada, él con cuidado salió de mí, y dejé caer mis piernas sobre las sábanas, DongHae se inclinó para besarme de una manera casi tierna.

- Te amo –luego besó mi mejilla y fue a por una toalla, limpiando con delicadeza mi estómago y el suyo, antes de limpiar su mano lamió uno de sus dedos, al ver mi expresión de vergüenza rió-.
- Tonto… -me incorporé para abrazarlo por el cuello- Sólo quiero que me digas eso a mí… -me sentía tan estúpido, veía su cara de desconcierto y por primera vez caí en la cuenta de que él era sólo mío-, no me importa si besas a otros, pero sólo quiero que hagas esto conmigo… -me aferré a su pecho, escondiendo mi cara- Te amo Lee DongHae, estúpido, que me haces llorar…
- Kyu… -escuché la voz sorprendida de mi novio, para luego sentir su mano acariciando mi cabello- estoy tan contento –alcé un poco la mirada, él acarició mis ojos quitando las lágrimas, y pude verlo a la cara-. Primera vez que me dices te amo.
- Ah… -quedé helado ¿De verdad nunca se lo había dicho?, lo miré bien un momento, su frente sudada, su cabello desvaretado, y sus ojos cristalinos pero llenos de felicidad, realmente amaba a ese hombre- p-pero… te amo, te amo, te amo, te amo, te amo, te amo. –repetí, volviendo a esconder mi cara, ahora en su pecho- eso por todas las veces que no lo he dicho en estos últimos 6 meses. SI quieres sigo…
- Amor –me dijo con voz suave y levanté la mirada, él me robó un beso- Yo sé que me amas… pero no sabes la alegría que me causa escucharlo de tu boca –sonrió y me abrazó, quedando sobre mí-, y ten por seguro, que yo sólo te amo a ti, eres lo más importante que tengo mi pequeño maknae.
- Ahora lo sé –besé su cuello provocativamente, y bajé una de mis manos por su abdomen pasando mis dedos suavemente por su piel causándole leves cosquillas.
- ¿Otra vez? –me preguntó algo sorprendido, por lo general él era el que insistía por repeticiones, yo lo besé-.
- Te amo hyung –le dije tiernamente, antes de besarlo de nuevo.

[GDxFan] Cumpleaños -One Shot/Hetero-


Por el cumpleaños de GD nació esto <3
Cumpleaños

Desde media noche que no había descansado, cientos de llamadas, no podía entrar a me2day, los chicos con sus fiesta hasta esta madrugada, y por la mañana una actividad con VIPs, lindo gesto, muchos regalos, muchos “Feliz cumpleaños oppa, te amo”, luego grabaciones para unos programas y una sesión en la radio, ese día definitivamente era de locos, y cuando logré a descansar un momento y tomar algo de aire fuera de la agencia me vieron algunas fans y tuve que correr, estaba demasiado cansado como para estar sonriendo en ese momento, me puse los lentes oscuros y un gorro cuando al fin las perdí, caminaba por un parque hasta que me di cuenta que yo era el perdido, suspiré y me tiré al pasto, cerrando los ojos, había dejado el móvil en el estudio, así que al menos podría descansar un rato.

- Hey… tú, ¿Estás bien ? –mientras dormitaba escuché una voz femenina en coreano informal, me alarme sentándome en un movimiento y mirándola algo asustado, seguramente era una fan que pronto se pondría a chillar con su cámara… ay dios, eso era tan molesto-. ¿Te pasa algo malo…?
- Tú… -musité algo más calmado y miré a la chica, que primero no tenía ninguna cámara encima,  al parecer no era coreana, tenía ojos grandes y tez morena, de cabello castaño largo y labios gruesos. Me miraba algo preocupada en vez de ansiosa o a punto de gritar.
- ¿Estás herido? ¿Necesitas un hospital? ¿Comida? –por cómo me miraba me dio la impresión que aún no me reconocía-.
- N-no… -respondí vacilante, y me saqué el gorro, aún nada, la chica seguía impávida- ¿No me reconoces?
- ¿Ah? –me miró extrañada- Tendría… ¿Tendría que conocerte? –pestañeo un par de veces y me miró concentrada, pero nada, aún nada, ya extrañado me saqué los lentes y la miré a los ojos, noté un pequeño rubor en sus mejillas-. ¿Por qué me miras así? Pareces una clase de pervertido sabes…
- Ah, lo siento –miré hacia otro lado y mordí mi labio inferior, de verdad ella no me conocía aún estando en Corea- y no… no me pasa nada, sólo me perdí –decidí tampoco decirle quien era, simplemente se daría cuenta después-.
- Ya veo –suspiró aliviada- pensé que eras algún indigente o algo –sonrió, luego miró mi cara de fastidio- aunque bueno, estás muy bien vestido para serlo… ¿Cómo llegaste aquí?
- Caminaba… y me perdí –le devolví la sonrisa, me era divertido hablar con alguien que no me conociera, no me pasaba hace años-. ¿Y tú?
- Vine a ver a alguien –miró el pasto algo sonrojada, ahora que lo pensaba, era bastante linda-, a la persona que me gusta.
- Oh… entiendo, ¿Es coreano? –asintió, me intrigué, genial que ella viniera de lejos a ver a un chico de corea del sur-. ¿Trabaja por aquí? –sonreí y ella asintió- quizás lo conozca… ¿Cómo es?
-  Él no es el chico más guapo del mundo, no con mejor cuerpo… -miró hacia el árbol que estaba a nuestro lado-   pero su sonrisa puede alumbrar un estadio completo… siempre está dispuesto a ayudar a un amigo , aunque es algo fastidioso a ratos –rió tiernamente- siempre pone todo su esfuerzo en lo que hace, puede ser serio y trabajar duro cuando quiere, pero en realidad es un niño… realmente lo admiro mucho…
- Vaya, realmente te gusta, ¿No? –le dije algo sorprendido, describía a esa persona como si lo conociera de toda la vida, con una dulzura impresionante, y por una fracción de segundo sentí celos, o más que eso, deseos de que alguien me quisiera así, suspiré-. Creo que no lo conozco… ¿y su nombre?
- Sólo dejémoslo así –se levantó y la miré-, me tengo que ir, para él hoy es un día muy especial y espero que descanse algo y se relaje –antes de que pudiera decir algo ella se despidió con la mano. Nos vemos chico –comenzó a caminar para luego trotar y perderse tras unos árboles.

Me quedé ahí pensando en el momento de mayor pasividad del día, en la chica extranjera, que tenía cara de latino americana, que hablaba coreano informal, luego suspiré y pensé que tendría que ir viendo un camino, me levanté y me estiré, cuando fui a recoger mi jockey se cayó un pequeño papel color violeta, volví a inclinarme para recogerlo, tenía algo escrito en coreano y lo leí en voz alta:

“- Feliz cumpleaños Kwon Ji Yong, más que un Idol, eres un hombre que realmente admiro mucho. Gracias por existir.  Descansa y nunca cambies.
Latin Girl. ”

Me quedé releyendo eso un par de veces, tratando de unir todo en mi mente, miré en la dirección que se había ido la chica, no podía creerlo… miré al cielo.

- Demonios… Siquiera le pregunté su nombre. –suspiré hondamente y seguí mi camino  dirección contraria a la persona que me había dado el mejor regalo de cumpleaños. Sus sentimientos.

lunes, 20 de junio de 2011

[GDxFan -part II-] My Grossip Man -Drabble, Hetero-


Continuación de Lollipop Girl, se podría decir que el el POV fan.
 
My Grossip Man

Esa noche estaba más distraída que lo común, así que mis amigas literalmente me raptaron y llevaron a la discoteca, chillaban algo de que iba a estar un grupo de idols, pero no hice mucho caso.
Al llegar al bar, las luces, la música y la gente me mareaba, así que opté por dejarme guiar por mis amigas o por el tumulto; para mi sorpresa comenzó una canción que yo amaba, miré hacia el escenario y ahí estaba él, cantando, saltando, riendo con esa sonrisa hermosa que sólo con verla se me hacía un nudo en la garganta. Ya que estaba cerca del escenario, estiré mi mano por inercia al compas de sus voces, cuando sentí un apretón junto con una fuerza que me levantó del suelo.
- ¡Ven a bailar! –me dijo JiYong, sonriendo, sabía que BIGBANG era muy cercano a sus fans, pero aún así me sentía enormemente feliz sólo con que sostuviera mi mano en ese momento-.
Y no la volvió a soltar hasta el otro día.
Avanzada la noche, entre vodka y vodka, enredados entre la multitud, bailábamos, hablamos poco, ambos estábamos ya ebrios, aunque él más que yo, entre besos, caricias y susurros, terminamos en su auto conduciendo hacia mi departamento, que estaba más cerca.
Fue todo como un sueño, a pesar del alcohol en el cuerpo que ambos teníamos, en todo momento fue muy delicado y tierno conmigo, para mí como VIP era como vivir un sueño, pero a la vez disfrutaba del buen amante que tenía en mi cama.
En la mañana desperté rodeada por sus brazos, me sentí desorientada, asustada, sorprendida y emocionada a medida que iba recordando y reconociendo a mi compañero, lo miré un momento perdida y miré la hora, tenía un examen en la universidad y debía irme.
- No es que fuera a pedir más que esto –suspiré para mis dentros y me levanté a mi pesar, mientras me vestía después de la ducha lo miré por un momento y decidí dejarle una carta, reí y fui a hacerle el desayuno- algo con lo que al menos me recordará– dejé una paleta junto con la bandeja, lo miré por última vez y me fui, pero no pude dejar de pensar en él durante todo el examen.
Llegaba al departamento una hora después, el examen se había cancelado, iba cargando bolsas del supermercado cuando veo a alguien sentado en el pórtico de mi puerta, debo admitir que había fantaseado toda la última hora con algo así, pero de todas formas dejé caer las bolsas cuando se levantó.
- Hola –sólo eso me dijo, con una sonrisa aún más hermosa que la que me atrapó la noche anterior. Definitivamente su apodo de “Grossip Man” estaba bien impuesto, sin embargo, ya tendría tiempo de descubrir todos sus secretos.