sábado, 30 de abril de 2011

[EunHae] Más que amigos -Drabble- {Dedicado a mi amiga Hito}

Primer EunHae que escribo, es un drabble UA -Universo Alternativo- un poco -bastante largo (?)- basado en una historia real. Disfrútenlo, & con mucho cariño para mi amiga Hito <3

Más que amigos

Es doloroso ver a la persona que te gusta todos los días y que siquiera te hable, también duele ver a tu mejor amigo todos los días y que tampoco te hable, pero más doloroso es que te guste tu mejor amigo y por confesarte éste no te hable.
Estaba estirado en la mesa pensando en aquel beso, al que ambos respondimos, el que pareció gustarle, supuestamente. En ese momento ya estaba prácticamente oscuro porque se me había hecho tarde en el instituto sólo pensando en mi situación con HyukJae ya desde hace dos semanas.

- Hae –escuché su voz desde la puerta- ¿Estás solo? –apenas lo vi ya que estaba con la luz apagada, así que me costaba creer que fuera él.
- ¿HyukJae? –me levanté y fui hacia la puerta para encender la luz, pero él me detuvo en seco tomando mi muñeca-. ¿Q-qué haces? P-pensé que estabas enojado…
- No es eso… -de improviso rodeó mi cintura con su brazo y me empujó hacia la pared- Eso sólo que… -yo estaba simplemente paralizado, él acercó su boca a mi oreja- estaba tratando de no caer en esto…
- Hyuk---

Acto seguido me besó él, fue un beso cargado en deseo reprimido, desatado en ese momento por oleadas de una creciente lujuria que emanaba su cuerpo. Se apegó más a mí haciendo que quedara apoyado en la pared, podía ya sentir su hombría a través del pantalón deportivo del instituto, mientras nuestras bocas no cesaban de explorarse de manera frenética, simplemente me dejé llevar, hasta que comenzó a tocarme, algo abrumado por la rapidez de los hechos reaccioné y puse mis brazos en su pecho para detenerlo.

- Detente… -dije con el aliento entre cortado- E-estamos en el instituto y aún queda gente…
- Eso es lo de menos, nadie viene acá –volvió mi mentón hacia él con su mano para besarme, respondí, pero no alcancé a perder el control nuevamente.
- Ah… Hyuk… ¡Detente! –dije elevando un poco la voz- Contrólate.
- Pero Hae, ¡Tú me gustas! –por unos segundos quedé en blanco repasando la situación, luego miré hacia otro lado.
- Con algo así me das a pensar que simplemente te caliento… -dije entre dientes sin poder mirarlo.
- Hey, mírame –movió su rostro para quedar frente al mío- No te estoy pidiendo sexo, que te quede claro –nos miramos a los ojos un momento de forma seria y vi que era sincero, por lo que me relajé un poco- Lo siento… -HyukJae suspiró alejándose un poco de mí- me dejé llevar.
- Yo hablaba en serio cuando dije que me enamoré de ti –dije con en un hilo de voz mirando mis pies-. No pensé que para ti sólo era un… desahogo.
- Sabes que no es eso, es sólo que no quería hacerte daño… DongHae, te quiero –me besó en la frente con ternura.
- Pero… ¿Podríamos ser más que amigos? –pregunté sintiendo cómo me ardía la cara, todo parecía un sueño.
- Lo que tú quieras –me dijo sonriendo mientras sostenía mi mano, la cual ambos sabíamos que no volvería a soltar.

viernes, 29 de abril de 2011

Disculpas~

Lo siento por mi ausencia, pero esta semana ha sido realmente muy dura & me han pasado cosas muy estresantes, por lo que a penas he entrado a inet & mucho menos escribir o actualizar este espacio. Lo bueno es que tengo muchas ganas de escribir & prometo subir los trabajos este fin de semana & tomar más en cuenta.
Muchas gracias a mis poquitas seguidoras, que si pueden comenten, porque para mí es muy importante su opinión, pueden pedirme un drabble de alguna pareja que les guste por interno sí? :3
Atte. Natsu.

domingo, 24 de abril de 2011

[KangTeuk] Todas las mujeres son iguales -One Shot-

Es MUY largo, lemmon, disfruten.



Todas las mujeres son iguales




-¡Te odio, Kim YoungWoon! ¡Te odio! –la muchacha salió del departamento de YoungWoon llorando y aporreando la puerta tras de sí.
- Otra vez… la misma reacción, el mismo griterío, la pobre puerta –KangIn suspiró sobándose la mejilla- aunque ésta golpeó un poco más fuerte…
El joven volvió a su cuarto a buscar una camisa, se quedó un momento mirando la cama deshecha mientras se la abrochaba hasta la mitad, se acercó al espejo, realmente había perdido peso, pero le daba pereza cocinarse en este último tiempo, volvió a suspirar y salió hacia la sala, dejándose caer en el sillón cerrando los ojos.
Los últimos meses se le habían vuelto bastante monótonos, aburrido de su soltería había comenzado a salir con chicas: Se conocían, al principio se hacían las inocentes, luego caían con una simple caricia de mano, llevarlas a la cama no era menos complicado, unas cuantas palabras bonitas conjunto con un poco de vodka y ya, sexo seguro.
El problema de toda ésta “Buena vida” era que por la mañana siguientes las chicas ó, se hacían las desentendidas ó pensaban que el asunto iba más allá de una simple noche. En ambos casos él simplemente le decía gracias, y que se fueran, no necesita lloriqueos, ni melosidades ni escándalos en su vida. Pero todas, absolutamente todas las que habían pasado por sus manos reaccionaban de la misma manera: Un griterío, a veces llanto, su nombre completo –si es que se lo sabían- y al último, la infaltable bofetada.
Estaba tan aburrido… se levantó del sillón y fue por unos tragos, comenzando a tomar un ron añejo, todas las mujeres eran iguales, ya ni sabía por qué insistía en salir con chicas, no.. no le llenaban. Volvió a suspirar cerrando los ojos y dejando libre la mente.
Su móvil sonó, dejó que sonara, no le interesaba hablar con nadie tan temprano por la mañana, el tono se detuvo y KangIn sonrió amargamente para sí llevándose el vaso a la boca.
El móvil volvió a sonar insistentemente, e irritado el joven se levantó para ver quien llamaba, tenía ya 23 llamadas perdidas de su mejor amigo, seguramente lo estuvo llamando desde anoche, tomó el móvil y revisó el último mensaje de voz que LeeTeuk le había dejado hace apenas media hora.

“- Hey idiota, me tienes preocupado, no me contestas desde ayer ¿Estás bien? Iré a casa.”

KangIn lanzó una maldición al aire, lo que menos necesitaba en ese momento era que LeeTeuk lo sermoneara, el tiempo que vivieron juntos fue un poco molesto por lo mismo, pero a él le gustaba la compañía de su amigo, lamentablemente hace algunos meses decidieron separarse porque llevaban estilos de vida muy distintos, y a LeeTeuk no le gustaba para nada que trajera a mujeres a casa.

- No sabía que ahora usabas aros largos Hyung –al escucharlo de pronto tras de sí el mayor pegó un salto, Leeteuk dejó el aro sobre la mesa avanzando hacia él- Estás bebiendo…
- L-lo siento –KangIn se levantó torpemente- ¿Tan pronto llegaste? –a veces olvidaba que el castaño se había quedado con un juego de llaves- sólo tomé un poco, no te preocupes.
- Vivo cerca, ¿recuerdas? –el menor se acercó- ¿Un poco? ¡Una botella de ron solo! YoungWoon estás borracho.

Teuk tomó por el hombro a su amigo y lo llevó a su habitación, KangIn simplemente se dejaba guiar, y miró a su amigo atentamente, ahora que lo pesaba, es normal que tuviera tantas fanáticas, era bastante guapo, y la forma en cómo su cabello caía libremente por su rostro también se veía genial.
Pensándolo bien, LeeTeuk nunca le había fallado en nada, siempre estaba a su lado aún con las cosas más estúpidas que se le ocurrían, o por muy mal que lo había llegado a tratar siempre estaba allí, con una palabra de reproche o con un simple suspiro. Era tan distinto a las fastidiosas mujeres…

- Hey Tuki… -al llegar a la habitación KangIn abrazó a su vez al menor- ¡Ven~! –con un rápido movimiento terminaron ambos tirados en la cama, y él riendo-
- Hey hyung, no hagas eso –LeeTeuk suspiró tratando de levantarse, pero KangIn lo abrazó para evitarlo- ¿Q-qué sucede?
- No te vayas… por favor… -simplemente no quería soltarlo, no sabía en qué estaba pensando, sólo no quería deshacer el calor que le brindaba ese chico, algo que jamás había sentido con ninguna mujer.
- YoungWoon estás ebrio… -el menor ya no hacía esfuerzos por quitárselo de encima, sin embargo tenía sus manos en el pecho de KangIn asegurando cierta distancia.

Tampoco era tan fácil como una chica, las cuales a esa corta distancia caían en segundos, lo miró durante unos momentos, recorriendo sus facciones, sus pómulos sonrojados, sus labios, ¿Cómo es que no se había dado cuenta de las hermosas facciones de su amigo?

- Detente… -dijo LeeTeuk cuando ladeando el rostro hacia un lado para evitar los labios de KangIn -
- Pero… Teuk… -con una mano tomó ambas del castaño y las aprisionó sobre su cabeza- sólo déjame… -a medida que se acercaba sentía el delicioso aroma del aliento del menor y como su respiración se iba agitando levemente- probarte…

Al juntarse sus labios KangIn sintió que toda la borrachera desaparecía, sus tibios y suaves labios… pasó la lengua de forma delicada, eso sí funcionaría en cualquiera, pues no se equivocó, sintió como el cuerpo de LeeTeuk se tensaba para dar paso a su lengua, que juguetona entró en la húmeda y cálida boca del menor, quien, aunque se resistió al principio terminó cediendo y respondiendo al beso.
Cuando se separaron se miraron intensamente a los ojos un momento, sólo sus respiraciones se fundían, hasta que LeeTeuk de pronto se levantó algo turbado.

- Sólo me estás tomando como otras de tus putas –dijo afirmado en el umbral de la puerta con una mano en la boca- YoungWoon no juegues con esto, además estás borracho, es.. es mejor que descanses.
- No estoy jugando… -KangIn se levantó de la cama y puso sus manos a ambos lados de la cabeza del menor aprisionándolo contra la pared- Eres especial… -se inclinó para depositar pequeños besos en el cuello de LeeTeuk, éste último dejó escapar un pequeño suspiro, pero luego se movió rompiendo todo contacto- Lo sabía… -dijo riendo de una forma sensual- no caes con cualquier palabra bonita –suspiró y cuando LeeTeuk abrió la boca para protesta KangIn aprovechó y metió su lengua de lleno fundiéndose en un beso bastante fogoso, casi salvaje. Bajó una mano sigilosamente sobando la entrepierna de LeeTeuk por sobre el pantalón- Pero tu amigo acá abajo no dice lo mismo, cariño.

Efectivamente, el miembro del castaño ya estaba duro, KangIn comenzó a sobarlo a lo largo por encima del pantalón, LeeTeuk se quejaba y al principio trató de alejar al azabache pero luego terminó cayendo ante su hyung.
Más de una vez por su mente había pasado algo así con KangIn, pero simplemente se había sacudido la cabeza y a olvidar el tema, era su amigo, su hyung, otro chico, ¿Cómo estaba teniendo fantasías sexuales con él? Pero ahí estaban en su pieza, a punto de hacer quizás qué cosas.
KangIn tomó a LeeTeuk por la cintura sacándolo de sus pensamientos y lo tiró a la cama, le desabrochó el pantalón con avidez sacándoselo de un movimiento,.

- ¿Q-qué haces? –Leeteuk asustado y avergonzado trató de taparse torpemente con sus manos el enorme bulto que urgía por libertad bajo el bóxer-.
- Te va a gustar… -con una sonrisa burlona quitó las manos de Teuk que tapaba su entrepierna y se inclinó hacia él, haciendo que con sus manos lo rodearan por la nuca y depositando un casi tierno beso en sus labios- nunca te haría nada malo, Angelito…

Luego le quitó la camisa y besó su cuello, su pecho, dejando pequeñas marcas, hasta que llegó al bóxer retirándolo con cuidado y dejando al descubierto la imponente hombría de su amigo. La besó para luego comenzar a lamerlo despacio, echó un a rápida mirada hacia la cara de Teuk, quien se tapaba la boca con las manos, Dios, era tan adorable… 

Siguiendo con su trabajo se lo echó de lleno a la boca, dejando pequeños mordiscos a su paso, el escuchar los gemidos ahogados de Teuk se excitaba cada vez más, cosa que pocas veces le había pasado de esa manera con alguna mujer. Aumentaba la velocidad a medida del ritmo de los gemidos de Teuk, cada más frenético, saboreándolo, de vez en cuando al echar una mirada hacia el rostro de su compañero notaba como tenía agarrada una sábana mientras que con la otra mano hacia un intento inútil por ahogar sus frenéticos gemidos. Y cuando ya sentía que su amigo estaba por acabar, lo sacó de su boca y comenzó a masturbarlo con la mano cada vez más rápido, al acabar cayó todo sobre su propio estómago, con un último gemido ahogado seguido de una respiración bastante agitada el castaño relajó el cuerpo.

- Ves que no era nada malo cariño… -se sacó la camisa y en cuatro se posicionó sobre Teuk sin apoyar su peso en él, lamió un resto de semen que había sobre uno de los pezones de él provocando que el menor arqueara un poco la espalda- Tienes un sabor delicioso Angelito.

Se miraron un momento a los ojos, LeeTeuk para la sorpresa de KangIn alzó sus brazos rodeando el cuello de éste último y aún algo tímido le besó con deseo en los labios, fue un beso cargado, ansioso, KangIn se demoró algo al responder por que lo había tomado por sorpresa, pero no tardó en volver el beso en algo fogoso. Leeteuk empujó a su hyung quedando sentado sobre él, cruzaron sonrisas, y el menor subiéndose los bóxer le deslizó el pantalón con ayuda de sus piernas. Se acomodó sobre la ingle de KangIn comenzando a moverse, de adelante hacia atrás, provocando una fricción deliciosa entre ambos miembros. El mayor dio un varonil gemido y tomándolo por la cadera lo ceñía más a él.
Ya cuando se sentía en el punto detuvo a Teuk, ambos con las respiraciones agitadas y él con una enorme erección que ya dolía, se moría de ganas de terminar de probar a su amigo. 

- ¿Estás listo? –preguntó con la voz algo turbada cuando Teuk se acomodaba ahora bajo él. KangIn acariciaba su estómago dispuesto a bajar aquella mano-. Si no te sientes preparado podemos detenernos…
- Para nada… -LeeTeuk se levantó un poco para besar a KangIn- vamos.
- Dolerá un poco, ¿sí? –primero introdujo un dedo con cuidado, su otra mano tomaba la del menor la cual le apretaba con fuerza. Lo introdujo lentamente, con cuidado examinando el perturbado rosto de LeeTeuk. 

Procedió con otro dedo más comenzando a moverlos dentro del castaños, éste último soltó un pequeño quejido de dolor, y cuando se dio cuenta que ya estaba lo suficientemente lubricado se acercó a su oído para susurrar que ya iba a comenzar.
Primero tomó con cuidado las piernas de LeeTeuk acomodándolas sobre sus hombros, y con extremo cuidado comenzó a penetrarlo, torturándose a sí mismo por la deliciosa estrechez del menor. Una de sus manos estaba entrelazada por la del otro, quien se quejaba de un dolor punzante.

- Tú dime cuando seguir –a él le costaba bastante actuar de ese modo tan delicado, en especial en ese estado, pero no podía ser brusco con él, no con su Angelito- ah…
- h-hyung… muévete… -entre jadeos LeeTeuk musitó la orden que su compañero no tardó en llevar a cabo, de una manera aún cautelosa y lenta- ¡Diablos KangIn!
- L-lo siento –sus embestidas comenzaron lento, profundas, llenándolos de placer a ambos, poco a poco fue tomando velocidad y potencia, era una sensación increíble, la voz de su amigo gritando su nombre, apretando su mano ó simplemente el roce de su piel contra la de él-.

Era todo tan perfecto, KangIn sentía como si algo más allá del fuego del momento estaba entre ellos en ese momento, más bien, ellos eran uno en ese momento.
Las caricias, los besos, sus respiraciones, quejidos y gemidos, el ritmo perfecto. El tiempo se había detenido, sólo existían ellos, en aquella cama deshecha, en aquel departamento que alguna vez le perteneció a ambos.
KangIn tomó por la cadera a Leeteuk sentándose con él encima, el menor pasó sus brazos por su cuello aferrándose a él, moviéndose al compás de las manos de KangIn, quien tenía la cabeza echada hacia atrás por el placer.
Se besaron de forma apasionada, ya casi llegaban, se aferraron el uno al otro sin dejar las embestidas, las cuales subían en potencia, hasta que de pronto, todo se detuvo, llegando ambos, juntos, al clímax, viniéndose KangIn dentro de Leeteuk, y éste a su vez entre sus estómagos.
Se quedaron ahí unos segundos, inmóviles, sólo sus respiraciones agitadas cruzaban el ambiente. Hasta que se miraron a los ojos, intensamente.

- Ven, vamos… -KangIn con la voz algo ronca aún, lo tomó con cuidado sacando a su compañero de encima- JungSoo… -el menor no contestó, simplemente se acomodó en la cama y se tapó con una sábana hasta más arriba de la cabeza- Hey, ¿Qué sucede?
- Déjame –dijo cortante, con un tono algo infantil sin soltar la sábana.
- Vamos angelito… ¿Qué pasó? –el mayor no pudo evitar una sonrisa juguetona acariciando la silueta de la cintura de Teuk por sobre la sábana-.
- N-no sé…No sé cómo dejé que se me escapara de las manos –musitó en murmullo sin moverse, con la voz algo quebrada- tú simplemente eres un borracho despechado por todas las mujeres que te dejan después de esto. Me siento como una más de tus putas.

YoungWoon se quedó ahí pensando un momento, luego se levantó, se puso el bóxer y sus vaqueros entrando al baño de la habitación, abriendo la ducha y cerrando la puerta tras de sí.
Leeteuk se quedó en completa soledad, escuchando el agua caer, sintiéndose horriblemente confundido, se destapó hasta la cadera mirando hacia la ventana.
Por un lado se sentía enfadado porque había comenzado todo a base de su amigo borracho, se sentía enfado con él mismo por haber caído en sus redes, seguramente no le había importado a YoungWoon que para él era su primera vez con un chico. Por otro lado, no podía negar que hace años que estaba enamorado de su hyung, que un par de noches había soñado con lo que acababa de pasar, pero quizás eso era lo que más le dolía, las circunstancias en las que se dio después de haberse contenido todos estos años.

- Angelito, tú me gustas. –JungSoo pegó un salto cuando sintió el pecho húmedo de KangIn pegado a su espalda y su boca en su oído-. Tienes razón, he estado con muchas mujeres, buscando algo interesante, quizás estable, no lo sé. Pero ¿Sabes? –se acercó un poco más a su oído- Ninguna me hizo sentir como tú lo hiciste, e incluso en este momento mi corazón va a mil por hora.
- Pero.. estás ebrio… -Leeteuk no pudo evitar entrelazar su mano con la de KangIn que reposaba en su estómago-.
- Diablos no lo estoy, estoy perfectamente sobrio, incluso ahora, me duché y siento esto… -besó tiernamente su oreja- ¿Tú también me quieres verdad?
- S-sí… -se volteó, y antes de que pudiera decir más KangIn lo besó, de una manera muy dulce, larga, con suavidad- Hey… -LeeTeuk sonrió volteándose por completo hacia su hyung-.
- Me encantas, te quiero conmigo… -KangIn apoyó su frente sobre la de él, lo apegó hacia sí con sus brazos y lo llenaba de pequeños besitos alrededor de su cara- contigo puedo ser más delicado que con una chica, más romántico, más cariñoso…
- Pero hyung –KangIn lo miró, ya que tenía los ojos cerrados- yo quiero a mi toro tonto, impulsivo y pervertido del que me enamoré.

KangIn sonrió. Definitivamente, Leeteuk era un Ángel, su angelito. Distinto a todos, distinto a todas. 

- Park JungSoo eres mi destino… 

[2Min] Dulce Locura -One Shot-

A este one-shot le tengo mucho cariño, ya que fue el primer one shot 2Min que escribí.
Asvertencia: Lemmon

Dulce Locura


Simplemente me volvía loco, su cabello azabache cayendo desordenado por su cuello, su espalda ancha y varonil, esa cintura bien formada, sus brazos anchos, esas piernas en tan buena forma…
MinHo se volvió hacia mí, me había visto, quizás sintió mi mirada, pero sólo me sonrió y saludó con la mano, ya que dejaba sus cosas en el sillón. Sus ojos eran tan infantiles, su nariz respingada y su sonrisa era simplemente perfecta, pero sus labios… sus labios…

- ¿Qué tanto miras TaeMin? –preguntó de pronto hyung, estaba tan perdido en su boca que no me había percatado que ahora estaba de pie frente a mí, me ruboricé levantándome de inmediato para disculparme.
- L-lo siento hyung –dije algo nervioso, casi nunca estábamos solos en el estudio, mi corazón iba a mil- es que tienes algo ahí… -estiré mi mano y saqué una pelusa que había en su mentón-.
- Ah, gracias –me revolvió el cabello sonriendo, su sonrisa es tan hermosa que me daban ganas de llorar.

No sabía cuando pasó todo, desde que nos conocimos que sentí admiración por él, pero con el tiempo, con su amistad, por su forma de ser; terminé enamorado de él. Sé que eso era malo, porque somos ambos hombres, es mi hyung, mi amigo y compañero, pero le deseaba, deseaba sus labios, a él por entero.

- Aún no llega nadie –MinHo extrañado se acercó a la puerta-.
- Key y JongHyun no vendrán –me acerqué a él mirando hacia el pasillo, me miró con incredulidad- tenían algo que hacer. Y Onew sunbae tenía… una cita.
- ¿Eh? Una cita –divertido soltando una carcajada. ¿Cómo podía ser tan bello?- ¿En serio?
- Sip –sonreí, mirándolo a los ojos- Ayer me lo dijo por móvil, pero no me quiso decir con quien.
- Menos mal –sonrió y me estiró una mejilla, el simple contacto de su mano en mi mejilla me estremeció- porque eres un bocón Tae.
- P-pego.. ¡Ayyy! –me soltó y volvió a reír, me sobé la mejilla como un niño pequeño, y me quedé mirándolo embobado, sentía mi rostro caliente, no sabía cuánto más duraría en esta situación. Me dolía el pecho de tan sólo sentir su olor tan cerca de mí, sus manos tibias enredadas en mi cabello y su voz pronunciando mi nombre.

Casi por impulso puse mis manos en su pecho, me quedó mirando extrañado pero con ese aire infantil que lo caracterizaba, comencé a alzarme de puntitas, iba hacia su boca y en ese momento sentí como se tensó, se quedó quieto, yo me acercaba más a su boca, podía sentir su aliento en mis labios, mi corazón y el de él iban a mil, cerré los ojos y entonces lo hice, apreté mis labios contra los suyos.
Antes de que me diera cuenta había dado paso a mi lengua, su interior húmedo y cálido era delicioso, lo recorrí por entero y él hizo lo mismo a su vez. Me pareció que duró una eternidad, cuando nos alejamos, ambos algo agitados, no podía creer lo que había hecho, de seguro me odiaba, sólo se había dejado llevar, no debí… no debí…
Mis ojos se humedecieron, no quería que me viera llorar, que se sintiera mal por mí, soy tan estúpido, sin mirarlo salí corriendo de allí, sentí que gritó mi nombre pero no me detuve, ese edificio era tan grande y aún así ni rastro de personas, podía escuchar sus pasos frenéticos tras los míos, aunque me faltaba el aire no iba a parar, no iba a dejar que él me viera llorar. Rápidamente entré a una oficina vacía y cerré la puerta, apoyándome en ella, a los pocos segundos llegó MinHo quien se detuvo y comenzó golpear la puerta.

- ¡TaeMin! –dijo jadeando, sentía su peso sobre la puerta, yo sólo estaba apoyando tras ella, sin poder detener las malditas lagrimas- hey, sé que estás aquí, abre… por favor…
- Vete –dije y como supuse con voz quebrada y agitada, ya se debería de haber dado cuenta de lo que sentía por él- Choi MinHo en serio.
- TaeMin… -seguir escuchándolo sólo hacía que todo doliera más- No sé... Hey, disculpa, por favor –escuché el pequeño golpe de su cabeza contra la puerta sin dejar de jadear-, de verdad, lo siento si te dolió lo de decirte bocón, y si te lastimé la mejilla, no pensé que reaccionarías así.
- ¿E-eh? ¿La mejilla? –ya casi había olvidado lo previo al beso. Me quedé ahí un momento, ¿Cómo podía ser tan idiota MinHo?- T-tonto… -me aparté de la puerta comenzando a reír, las lagrimas agolpadas caían ahora libremente.
- Tú, niño… -abrió la puerta y después de una pausa en la que MinHo me miraba reír aún con la respiración algo agitada se erguió y me miró casi serio- Primero nos quedamos solos, te comportas como un bebé mimado, me besas ¿Y luego sales corriendo? ¿Qué clase de juego es éste?
-MinHo… Yo… -lo sabía, lo sabía, me odiaba, estaba enojado, dejé de reír y me puse derecho, mirándolo algo asustado, él se acercó sin dejar de lado el rostro serio.
- Cállate –cerré los ojos, para sólo sentir que pasaba suavemente su dedo sobre ellos, alejando las pequeñas lagrimas que aún quedaban, luego puso ambas manos en mi rostro- ¿Tienes idea de cuánto esperé por esto? –depositó un pequeño beso en mis labios, abrí los ojos sorprendido- Para que tú, vengas y te pongas a corres y llores como una niña.
- Tú… ¡Hyung! -reclamé sonrojado, yo recriminándome un amor prohibido siendo que él sentía lo mismo- ¿Desde cuándo?
- Se podría decir que siempre -suspiró- me sentía como un depravado cada vez que te veía… -solté una risita, y abrí la boca para decir algo, pero él aprovechó el momento y me besó, como antes, sólo que ahora estaba cargado en verdadero deseo.

Cerró la puerta con el pie, y sus manos bajaron de mi cara hasta mi cadera, apegándome a él, y en reflejo yo hice lo mismo rodando su cuello con mis brazos, quedé apoyado en la pared con MinHo aprisionándome sin dejar de besarnos. Presioné sutilmente mi pierna entre las suyas logrando de él una pequeña mueca.

- TaeMin creo que es suficiente… -se separó un poco de mí, dejándome respirar, que de por sí con sólo tenerlo así de cerca me costaba- además estamos en la agencia.
- Pero en este piso no trabaja nadie… -inocentemente le robé un beso más, al cual no pudo resistirse.
- Aún así… Tae, no quiero… no sé si podré detenerme después, es mejor que dejemos esto hasta aquí. –se notaba algo afectado, trataba de no mirarme-
- Yo quiero seguir –tomé su rostro con ambas mano e hice que me mirara, estuvimos así unos segundo que se me hicieron eternos, él suspiro algo molesto-.
- Me encantas… -y volvió a besarme con ferocidad, presionando cada cierto tiempo su muslo contra mi entrepierna, en un rápido movimiento me sacó la playera, comenzando a lamer y mordisquear cada sector de mi pecho, jugando un momento con mis pezones, yo sólo dejaba escapar pequeños gemidos-

Llevó una mano a mi pantalón, desabrochándolo con habilidad, y metió la mano por sobre el bóxer, comenzando a masajear por encima, era una sensación increíble; MinHo me besó para ahoga los gemidos que tomaban más fuerza, y de improviso adentró su mano dentro del bóxer, comenzando a jugar con él de una manera frenética, sin dejar de besarnos. Siguió con ese juego hasta que ya sin dar más, me vine en su mano.
Durante unos momentos nos miramos ambos a los ojos con las respiración agitada, yo bajé la mirada apreciando bien al hombre que me hacía sentir de ese modo, para encontrarme con un gran bulto entre sus piernas, no pude evitar sonreír, y me agaché despacio.

- ¿Q-qué haces? –MinHo algo preocupado me tomó por el hombro cuando desabrochaba su pantalón- no es necesario… ah…
- Claro que lo es hyung –bajé un poco sus pantalones, masajeando por sobre la tela del bóxer- mira el problema que tenemos aquí… -bajé los molestos bóxers y me encontré con su erguida hombría, fue entonces cuando me lo eché de lleno a la boca, MinHo dejó escapar un gran gemido que al final ahogó llevándose una mano a sus labios.
Comencé suavemente, adentro y afuera, dando pequeños mordiscos y sintiendo como todo su cuerpo se estremecía cuando llegaba al fondo, él sólo daba gemidos ahogados, yo incrementé la velocidad y sentí una de sus manos en mi cabello mientras la otra la apoyó en la pared, iba a acelerar la velocidad hasta que MinHo me detuvo.

- Es suficiente –antes de que pudiera reclamar me tenía en brazos y me dejó frente a una silla, se sentó dejando una invitación entre sus piernas- ¿Estás preparado? Podemos detenernos acá si quieres…
- S-si.. –me senté sobre él, comenzó a entrar de a poco, sosteniéndome por las caderas y al principio sólo sentí un dolor punzante, Hyung se percató de eso y me besó, le terminé mordiendo el labio por el dolor que me provocó al llegar a fondo, llegué incluso a soltar unas lagrimas-.
- ¿E-estás bien? –preguntó con voz entrecortada, yo tenía apoyada mi cabeza en su hombro y ya al acostumbrarme al dolor comencé a moverme despacio- nh…

Él me guió con las manos mis caderas, el dolor se había ido y ya todo era placer, comenzamos a movernos al mismo ritmo, yo me sentía en las nubes, tenerlo dentro de mí, su piel embistiendo contra la mía y su voz, la voz de MinHo gimiendo mi nombre.
En cualquier momento iba a desfallecer de placer, ponía toda la fuerza que podía en las embestidas cuando caía sobre él, gimiendo a gusto, y las manos de MinHo me ayudaban bastante, subíamos la potencia de a poco mientras nuestras frenéticas respiraciones se cortaban a ratos con besos deseosos, cada vez más rápido, sentía que llegaríamos en cualquier momento. 
Al llegar al clímax tuve la mente en blanco, sólo sentía el cálido cuerpo de MinHo contra el mío, nuestras respiraciones dificultosas. Sentí su esencia dentro de mí, y a su vez la propia entre nuestros estómagos, respiraba con dificultad y aún tenía los ojos cerrados.
MinHo me tomó con cuidado, saliendo de mí, pero dejándome apoyado en su pierna, lo miré con cuidado, sentía que todo había pasado tan rápido, hace sólo unas horas aún veía al chico que tenía conmigo como alguien inalcanzable. 
Había pensado varias veces en que sólo era un deseo físico, “calentura”, quizás, por ese moreno hermoso que era mi compañero, que me dolía el pecho al ver su sonrisa sólo porque era lo normal ante él. Pero no, algo avergonzado escondí mi cara en su cuello, no era un deseo físico.
Yo estaba enamorado de Choi MinHo.
Me aferré a él, de seguro le pasaba lo mismo, sólo había sido un juego para él, algo que tenía curiosidad de hacer, suspiré. 

- ¿Ya estás llorando? –tomó mi cara que estaba roja y con los ojos húmedos- Tonto… -me besó de una manera tierna- eres un llorón.
- Pero… -no sabía si decirle o no, pero su sonrisa terminó ganándome- no quiero que te alejes de mí después de esto. 
-TaeMin… -me miró algo dolido- tú de verdad me gustas. No sé qué haría sin tu carita de ángel andado de aquí a allá, bailando, comiendo o payaseando todos los días. –puso su frente contra la mía- En serio.

Nos levantamos para arreglar nuestros pantalones y me puse la playera que estaba en el suelo, lo miré un momento, mientras hacia lo suyo a su vez.

- Déjame ayudar –sonriendo me acerqué y procedí a abrocharle la camisa, me robó un beso el cual respondí con gusto-. Tú también me gustas hyung.
- Ujuju… Como que eso lo escuché en la mañana~ -la voz de JongHyun nos sobresaltó desde la puerta. Vi la cara de MinHo que estaba rojo mirando hacia la voz de Jong, me volteé también, para mi sorpresa estaba con KiBum, ambos con una sonrisa burlona- ¿Verdad, KiBum-ah?
- Hey, eso no se dice, es de nosotros –Key lo golpeó suavemente medio sonrojado- ¡Y ustedes! Deben ayudarnos a consolar a Onew hyung
- ¿Qué le pasó? –terminé de abrochar la camisa de MinHo y fuimos donde los chicos- Oh, verdad… su cita.
- Sí, está bastante decaído, vamos –Key Y JongHyun se fueron por el pasillo riendo y hablando juntos, yo miré a MinHo quien sonreía mirando a los chicos.
- Vamos –de improviso tomó mi mano y la entrelazó con la suya, comenzando a avanzar y jalándome tras de sí, avancé torpemente, luego sólo sonreí y caminé junto a él.

Definitivamente, Choi Min Ho me volvía loco. 

[2Min] ¡Quiero ser un gato! -One Shot-


Lo que pasa con la llegada del nuevo bebé a la vida de estos dos jóvenes. 
Advertencia: Lemmon.

¡Quiero ser un gato!


TaeMin llegó hace una semana con un pequeño gato que encontró en la calle, es pequeño y adorable, naranjo de ojos verdes y Tae le ha puesto “MinMin”.
El problema del gato, es que mi TaeMin no se había despegado de él, mimándolo, alimentándolo, jugando con él, realmente le encantaba nuestro nuevo “hijo”.
Es más, cuando me acercaba a él para besarlo con intenciones no muy limpias, él me evitaba avergonzando diciendo que “-MinMin nos estaba viendo”-; Así que hace exactamente una semana que no podía tocar a MI novio.

- ¡Hey! –llegó el día en que me aburrí, y después de haberlo estado mirando ir de aquí para allá con ese cuerpecito menudo me levanté y lo acorralé contra la pared- Te quiero en mi cama, ahora… -le dije en el oído con voz algo ronca-
- ¡S-Suéltame! –TaeMin intentó inútilmente de empujarme con sus mano en mi pecho- MinMin…
- Diablos, es sólo un gato –gruñí, para luego besarlo, fue un beso cargado en deseo, en necesidad de ambos, de tanto tiempo que no explorábamos nuestras bocas de esa manera.
- Choi MinHo, hablo en serio –al cabo de unos segundos luego de vernos a los ojos, me miró enfadado y salió de la sala dando un portazo-.

Lancé una maldición al aire y me deje caer en el sofá, con una mano en la cara, el tema se me estaba yendo de las manos y para rematar, TaeMin se había enfadado muy feo conmigo, y cuando eso pasaba era mejor no molestarlo por un buen rato.
De pronto un maullido me sacó de mis pensamientos, era el maldito gato ése, el cual acababa de entrar desde la cocina, de seguro tenía hambre, y Taem no estaba.

- No te daré nada –lo miré despectivamente, me estaba volviendo loco- Aigo, ahora peleando con los gatos… -MinMin me miró con unos grandes ojos verdes muy lindos- No, olvídalo –el pequeño gato saltó al sillón y se metió por debajo de mi mano, ronroneando- ¡Hey! –lo miré un momento, me recordó a mi TaeMin, ¿Cómo es que lo podía odiar?- En realidad eres bastante lindo…

Me levanté y lo alimenté, como dicen, si no puedes con ellos, úneteles, realmente era una ternurita, luego de darle de comer, me siguió al sillón y se acomodó en mis piernas, suspiré pensando en que Taem tenía razones como para cambiarme por un gato, me sentí algo triste, pero qué va, hablaría con él más tarde y me disculparía.

- Hyung… -el escuchar la voz de Taem me despertó de improviso, quizás cuánto había dormido, pero aún MinMin estaba en mi regazo- ¿Qué haces con MinMin? Pensé que no te gustaba…
- Es muy lindo –sonreí- creo que comenzaré a pasar más tiempo con él también –acaricié al gato y miré a mi pequeño, quien para mi sorpresa hacía un puchero- ¿Qué sucede cariño?
- Me he pasado toda la tarde pensando con cómo te has sentido mientras estaba embobado con MinMin, y debiste de haber sentido mal –suspiró-, lo siento, pero no quiero que eso pase conmigo.
- Eres un niño mimado y egoísta –le dije divertido sin soltar al pequeño gato- te encuentro razón en el que MinMin es un bebé aún al que hay que cuidar…
- ¡Basta, no aguanto más! –luego de chillar sonrojado se inclinó y me besó con cuidado de un aplastar a MinMin, pero como hace tiempo no lo hacía, al principio me sorprendí, luego llevé una mano a su nuca para profundizar el beso- MinHo…
- Espera –me levanté rápidamente con el gato en mano, yo conocía bastante bien a mi dongsaeng como para saber que cuando pronunciaba mi nombre de esa manera era exactamente igual a un gastito pidiendo comida- Toma aquí tienes –le serví al verdadero gato, quien feliz se quedó comiendo en la cocina y volví donde mi novio- Ves que ya puede alimentarse por sí solo.
- Sí… pero ahora quiero alimentarme yo de otra cosa… -Taem se abalanzó sobre mí haciendo que perdiera el equilibrio cayendo ambos al sillón, lo besé con ganas entre risas- No… no quiero que hyung mire a nadie más que a mí… -dijo de pronto sonrojado mirando hacia otro lado, simplemente sonreí divertido-.
- Pero Tae, es sólo un gato que hay que cuidar… -lo llené de pequeños besos alrededor de su colorada cara-.
- ¡Entonces quiero ser un gato! –acto seguido comenzó a maullar adorablemente, yo simplemente no podía más de “hambre”-.
- Cállate –gruñí, para besarlo casi salvajemente- Eres un gato muy ruidoso, te debo castigar…

Con un rápido movimiento me levanté con TaeMin en brazos, y lo llevé a nuestra habitación dejándolo caer en la cama, quitándole la ropa y él haciendo lo mismo conmigo a su vez, me di cuenta que esta semana de abstinencia no había pasado en vano para ninguno, ya extrañaba su plano pecho y estómago, sus finas caderas, y aquello que aún se escondía pero ya resaltaba tras su pantalón a medio desabrochar.

- Te necesitaba… te amo… -le susurraba después de besarlo, de bajar por su cuello, amaba la sensación de sus uñas en mi espalda, de sus suspiros en mi oído, besar su pecho, marcar lo que me pertenece, al llegar a mi premio final me detuve un poco mirándolo y lo masajeé con la mano- ¿Me extrañabas? 
- A-aah… s-sí… -asintió a penas apoyado en sus codos bastante sonrojado, tal como me gustaba- MinHo por favor…
- Ya cariño… -bajé sus pantalones con habilidad y le quedé mirando un momento, me encantaba, él me reclamó nuevamente por lo que besé la punta de su erguido amigo provocando un suspiro en Taem- Delicioso…

Comencé como siempre, de manera lenta, hasta el fondo, disfrutando de él por entero, sus gemidos sólo me ponían más a tono, así que subía la velocidad a poco, cuando estaba por terminar lo saqué de mi boca y seguí con la mano, mirándolo, devorándolo con la mirada, al ver como apretaba con fuerzas las sábanas y suspiraba mi nombre, hasta que se vino sobre mi mano y su estómago.

- Esto también lo extrañabas, ¿verdad? –su cuerpo se relajó y avancé sobre él gateando, me acerqué a su oído- escuché como de pronto gemías mi nombre en el baño imaginando que tu mano me pertenecía….
- T-tú…ah ¡diablos! –puso sus manos alrededor de mi cuello y me besó de fogosamente, hasta me mordisqueó los labios-.
- Ven acá –lo abracé lo la cintura y me senté en la cama- ahora me toca… 
- Lo sé –con un infantil empujón me estiró en la cama, y me miró, yo sólo estaba en bóxers pero con mi amigo que ya casi dolía de erección, llevó sólo un dedo y lo pasó de arriba a abajo un par de veces sobre la tela, torturándome, lancé una maldición – Hey, no es necesario que me insultes –hizo un puchero pero después sonrió de forma sensual y se sentó sobre mis caderas aún con el bóxer, encajándonos a la perfección y creando una fricción tortuosa, exquisita…

Comenzó a moverse, adelante y hacia atrás mientras yo sólo disfrutaba y daba roncos suspiros, luego de un momento quitó el bóxer y me miró, me senté llevando dos dedos a su boca, los cuales lamió con gusto, para molestarlo un poco los introduje y saqué un par de veces hasta que me mordió, ya lubricados bajé hasta su pequeña entrada, introduciéndolos con cuidado, él soltó un quejido de dolor apoyando su cabeza en mi hombro, y procedí a moverlos, separarlos y dilatarlo, cuando él me dijo que era suficiente me detuve, para tomarlo por la cintura y comenzar a entrar de verdad en él, lentamente.

- ¿Q-quieres ir más rápido? –ordenó mordiéndome el hombro, yo seguí su orden obedientemente, comencé a moverme casi de inmediato, y mi pequeño simplemente mordía con más fuerza-.
- Cuidado amor, me duele… -le susurré con voz ronca cuando comenzaba a relajarse- ¿Ahora?
- S-sí.. ah… -él mismo comenzó a hacer fuerza con sus caderas, ya todo era placer, aún más porque Taem estaba un poco más estrecho que la última vez hace una semana, me empujó y volví a quedar recostado, comenzó a cabalgar sobre mí, con sus manos en mi pecho firmemente apretadas-.

El sentir el golpe cuando caía sobre mí, su piel sudada contra la mía, en embestidas precisas y profundas me volvía simplemente loco, lo deseaba, le amaba cada vez más, podía escuchar como gritaba mi nombre cada vez que llegaba a fondo, o cuando enterraba sus uñas en mi estómago, todo era perfecto.
Cuando estábamos en el cúspide me volví a sentar y se aferró a mí por el cuello, sin dejar de moverse ni yo dejar de embestirlo, ahora nuestros estómagos se golpeaban cada vez con más fuerza entre sí, nuestras lenguas se volvían una, entre gemidos, mordidas y suspiros, sólo gritos y nuestros nombres cruzaban el aire.
Casi llegando al orgasmo me volvió a besar, y llegamos al momento donde somos uno con la mente en blanco, yo acabé dentro de él como me gustaba y TaeMin entre nuestros estómagos, nos quedamos así unos momentos, entre respiraciones agitadas y mirándonos a los ojos, ambos sabíamos cuánto habíamos deseado ese momento durante la semana.
Lo besé suavemente cuando se levantó para recostarse junto a mí, tapándolo con una sábana y lo abracé hundiendo mi cara en su cuello.

- ¿No quieres tomar una ducha conmigo? –le dije entre pequeños besos que depositaba en su cuello-.
- No… quiero quedarme así por mucho tiempo… -me acarició la mejilla, yo lo miré y tenía cerrados los ojos, aproveché para besarlo- Te amo MinHo –me dijo suavemente, sonriendo-.
- Yo también te amo TaeMin –sonreí a mi vez, cuando nos volvíamos a besar se escuchó un sonoro maullido desde el otro lado de la puerta, ambos nos miramos y reímos-. Creo que nuestro hijo nos llama.
- Ya tendrás tiempo de disfrutarlo… -me dijo Taem mirándome casi lascivamente- ahora disfruta a tu otro gato… 

Volvió a maullar, definitivamente, TaeMin cuando quería parecía un pequeño gatito, y otras veces, un gato feroz, pero le amaba, y era sólo mío.

[KyuMin] Así es mi Conejito -One Shot-


Un one shot de KyuHyun con SungMin bastante dulzón.

Así es mi Conejito.


Ese idiota… ese maldito conejo… quien se creía que era como para tenerme ahí, con frío, apoyado en un árbol y desde lejos viendo como la gente pasaba felizmente en pareja ya desde hace media hora. Me preguntaba a qué hora se me había ocurrido aceptar la invitación que me había hecho el día anterior.

- ¿Te has subido alguna vez a una montaña rusa? –me preguntó de pronto, cuando estábamos descansando en su cama por la noche-.
- ¿Y eso a qué viene? –lo miré divertido. Se le ocurría cada cosa-. Aunque sí, creo que lo he hecho un par de veces.
- Quiero ir a una… -repentinamente se separó de mí sentándose en la cama- ¿Vamos mañana?
- Mañana tengo una sesión de fo… -su carita se iluminó sin dejarme terminar- ¿Por la tarde? –aproveché el momento para robarle un beso-
- Está bien, ¡Procura llegar temprano, eh! –me advirtió riendo adorablemente, en es momento lo besé y seguimos con una segunda ronda…-

Pero ése no era el caso, el asunto era que salí mucho más temprano de la sesión de fotos sólo para estar a la hora para él, para que se divirtiera, ya llevaba ahí cuarenta minutos hacía mucho frío y yo podría haber estado en el departamento abrigado, sentado sobre el sofá jugando en la DS…
Siempre hacía lo mismo, se le ocurrían ideas estúpidas y con esa carita de conejito degollado que me pone no puedo negarme, pero siempre al final soy yo el que termina perjudicado/cansado/envenenado o lo que sea.
Estaba tan enfadado, pero algo me impedía irme de allí; Cerré los ojos tratando de calmarme, hyung de seguro se había entretenido viendo algún programa de cocina, comprándose un helado o simplemente mirando mariposas, era tan distraído y además muy gruñón cuando quería serlo.

Pero me encantaba hacerlo enojar, ver sus mejillas sonrojadas cuando no podía tener la razón, o cuando simplemente me gritaba y se alejaba, para volver a los pocos segundos a abrazarme, su cuerpo cálido y su aroma me embriagaban.
¡No! Estaba enojado, no podía pensar en lo lindo que era… ni en su preciosa sonrisa, y carita de conejito que ponía cuando se emocionaba, o su chillona voz al pronunciar mi nombre, mi nombre… Escuchar mi nombre de su boca era una sensación espectacular.
No podía creer que hubiera comenzado a fantasear con SungMin en la cama en una situación así, sin embargo, no podía evitarlo, de tan sólo recordar sus labios, su cabello, sus besos… sentía moverse el piso.

- ¡KyuHyun~!

Al escuchar su voz me quedó todo claro, lo que me impedía largarme de ahí y que podría haberme hecho quedar cuatro horas si era necesario era una cosa.

Estaba perdidamente enamorado de SungMin.

Sin dejarlo siquiera disculparse lo abracé y lo besé, tardó un poco en responder, pero lo hizo como se debe, luego le besé la mejilla sonriendo, no, no podía enojarme con mi conejito.

- ¿Q-qué sucede? –me dijo extrañado y sin soltar un paquete que traía en brazos me tomó la mejilla y luego la frente con su mano- Pensé que me ibas a regañar…
- No… No te preocupes –volví a sonreír besando suavemente su mano- por cierto, ¿qué es eso?
- ah… -se sonrojó lentamente mientras me explicaba- en esto me demoré tanto, debía esperar a que enfriara… -abrió el paquete y era una torta, pequeña pero muy linda, en la cual escrito con crema decía “Un año”-
- ¿Un año? ¿De qué? –lo miré confundido un momento, noté un abismo de tristeza en su rostro, no recordaba…. Mierda. – Nosotros… -él simplemente asintió y suspiró- ¿C-cómo lo pude haber olvidado?
- ¿Ves? Tengo razón, eres un mal dongsaeng y un mal novio –rió-, siempre dices que yo soy el despistado y todo eso, pero por alguna razón, supuse que lo olvidarías.

Me sentí fatal, estuve tan enojado con él, lo recriminé tanto siendo que yo era el único estúpido, que olvidaba cosas tan importantes como eso. Pensé en disculparme, en rogarle que me perdonara, pero antes de comenzar con mi discurso SungMin tomó mi mano comenzando a caminar.

- Vamos a buscar un lugar para comer, por la tarde quiero subir a una montaña rusa –me miró sonriente como si nada- lo prometiste Kyunnie.

Definitivamente me encantaba, era un conejo torpe, distraído, consentido y loco, pero era MI conejo lindo. Era mi SungMin.

sábado, 23 de abril de 2011

[GDxFan] Lollipop Girl -Drabble, Hetero-

Sólo tengo dos drabble hetero, que son éste & My Grossip Man, su continuación. Esto salió de la canción Beautiful Hangover de BIG BANG <3
Lollipop Girl

El estúpido sol, como siempre, se colaba por la cortina mal cerrada me pegaba directo en los ojos. Aquella cama era tan cómoda, que simplemente, para no levantarme, me puse el brazo en la cara tapando la luz.
Respiré hondamente antes de querer volver a dormir, pero algo me detuvo, en realidad, un aroma, para ser más exacto, un perfume que se me hacía remotamente parecido, de mujer, pero no sabía exactamente de quién era.
Me alarmé y senté abruptamente en la cama, para darme cuenta de que ésta estaba prácticamente deshecha, mire hacia el lado y no había nadie, observé la habitación, no era la mía, y era muy personal como para ser un hotel.
En ese momento junto con una oleada de preocupación, un punzante dolor partió mi cabeza, llevé una mano a mi frente, me sentía fatal.
Traté de recordar qué había sucedido la noche anterior, pero nada, sólo recordaba luces borrosas, música fuerte, su aroma, y… placer.

¿A quién me había cogido?

En un acto idiota levanté la sábana que me cubría para asegurarme de que estaba desnudo, pero me encontré con una bandeja que tenía un vaso de agua y otro de jugo de fresa –mi favorito-, unas tostadas y un dulce.
Reí para mis dentros, mi compañera de noche había dejado una paleta, la curiosidad me invadió y me levanté echándome una tostada en la boca.
Me vestí desde la cintura hacia abajo, definitivamente la chica no estaba.
Comí todo lo de la bandeja, por alguna razón no dudé si estaba envenenada o no. Pero reparé en algo que no había visto antes, una pequeña nota de papel púrpura; lo desdoblé y leí en voz alta

- JiYong ha estado de maravilla, gracias, jamás pensé que oppa fuera de esa manera en la cama. No me conoces, pero yo sí a ti –eso me dio un poco de miedo, pero todo el asunto me divertía-. Lo siento por dejarte así pero tenía cosas que hacer. Sólo disfruta tu desayuno y vete, ¿sí? Espero que olvides lo que sucedió, aunque yo nunca lo haré.

Releí varias veces la pulcra caligrafía femenina, y me sentí… extraño. Deseé por un momento haber despertado abrazando su espalda… Al menos era una VIP. Quizás, sólo quizás, volviéramos a cruzar miradas alguna vez en algún live.

Suspiré y me eché la paleta a la boca, mientras terminaba de vestirme, releí por última vez la carta antes de salir de esa casa.
Pero no pude irme.
No, yo la esperaría, aunque así tuviera que quedarme todo el día sentado tras su puerta, no la dejaría ir. Me quedé mirando la firma del mensaje y volví a sonreír para mis dentros.

Lollipop Girl.

[2Min] Tu Mano -OneShot-

Mi primera publicación, con mi one shot angst 2min <3, ¡disfrútenlo!

Tu mano.

¿Hay una sensación más hermosa que la de tener la mano entrelazada con la persona que amas?
Esa calidez, su presión sobre mis dedos, era tan perfecto, mi corazón iba a mil por hora, aunque su mano estaba un poco sudada no importaba, la mía igual…
Estábamos en movimiento, el ambiente era blanco y lo veía borroso, aún así distinguía su afligido rostro y finas lágrimas brotando de sus ojos, odiaba verlo llorar, aunque de todas formas se veía adorable… mi pequeño siempre era adorable. Traté de levantar mi mano para acariciar su mejilla, decirle que no llorara, que estaría bien, que lo amaba… Pero no pude, me sentía adormecido, desde los labios hasta mis pies, de hecho, una pierna no la sentía.
Había otra persona con nosotros, aún así no importaba, quería, no, necesitaba levantarme, abrazarlo, besarlo sin soltarlo jamás, detener sus lágrimas. Decirle que le quería, que estaba enamorado de él desde la primera vez que lo vi.
Decirle que su sonrisa de niño pequeño me alegrara el día por las mañanas y por las noches después de arduos días de ensayo, que verlo bailar para mí era lo mejor que podía hacer, sus bobadas y niñadas me volvían loco. Pero no, no le había alcanzado a decir nada, y al fin, cuando tenía el coraje, me sentía medio inconsciente.
TaeMin, como si pudiera leer mi mente se acercó y posó su frente contra la mía, sus tibias lágrimas cayeron por sus mejillas y terminaban recorriendo mi mentón. Sollozó suavemente, partiéndome el alma, seguramente pensaba que estaba inconsciente, aún así, sin estar solos cerró los ojos y entonces apretó sus labios contra los míos.
Al principio me sorprendí, por otro lado, quizás siempre fue lo que esperé. Reí para mis dentros, sus labios sabían salado debido a sus lagrimas, pero de todas formas, eran muy suaves; En ese momento me sentí que me faltaba el aire, comenzó a sonar una máquina, TaeMin se alejó bruscamente, no, no quería que se alejara de mí… un dolor punzante atravesó mi pecho, aparecieron manos tocándome y conectándome algunas cosas extrañas, escuché la voz desesperada de TaeMin que preguntaba qué sucedía, volviendo a llorar, no quería verlo mal, no quería que sufriera por mí.
Mi pecho dolía cada vez más fuerte, sentía que perdería la conciencia en cualquier momento, quien iba a pensar que un accidente en motocicleta terminaría en todo esto.
Una voz adulta le dijo a mi pequeño llorón que me soltará y eso me aterró, no quería soltarlo, no quería que alejaran esa calidez que tanto amaba, su mano, su mano me daba fuerzas. En un intento con toda mi energía le devolví el apretón a su mano, sólo recuerdo un sollozo ahogado y la sonrisa nerviosa y esperanzada de su carita de ángel antes de que todo se volviera oscuro y… el dolor cesara.



- MinHo… MinHo… No me dejes solo, por favor… MinHo… Idiota ¡MinHo!

Nuevamente, todo era blanco, su voz, la delicada y hermosa voz de mi pequeño TaeMin resonaba en mi cabeza, sollozando. Había oído que el cielo era así, pero no imaginé que escucharía a Tae tan cerca.

- ¡Diablos! ¿No puedes simplemente quedarte a mi lado? No te he dicho nada aún. ¡Aún no te puedes ir!

Su llanto desconsolado me partía el alma, deseaba decirle que estaba bien, que lo escuchaba, que… que lo amaba, aunque quizás él no a mí, quería que lo supiera.

- ¿Cómo decirte que te quedes aquí, conmigo? Que desde un principio te admiré como mi hyung, que tu sonrisa de bobo basta para que se me mueva el piso, que tu voz me estremece y no importa cuántas veces digas mi nombre, me lleno de felicidad –su voz se quebró- ¡Diablos MinHo! ¡No me importa que seamos hombres, que seamos compañero ó si está mal o no! ¡Te amo!
De pronto sentí el peso de su cabeza dejarse caer sobre mi estómago y me estremecí.
Estaba vivo.
Apenas abrí un poco los ojos, para ver su cabello claro desparramado sobre mi estómago, sollozando suavemente, me percaté que no había nadie aparte de nosotros, y con un esfuerzo enorme moví mi mano hasta la suya.
Él me miró como si mirara un fantasma, sus ojitos estaban hinchados, y sus mejillas rojas, apretó mi mano en reflejo, y dio un último sollozo de alivio.

- Hey, te quedarás sin lágrimas –me sentía un idiota por decir algo así en ese momento, pero sólo sonreí, y él también a su vez-.
- MinHo… -me abrazó son soltar mi mano con cuidado- Idiota…
- Pero tuyo… –me sentía realmente débil. Pero aún así era feliz sintiendo mi hombro húmedo por las lágrimas de TaeMin- por favor, no llores más…
- N-no puedo… -se enderezó y sonriendo nervioso se enjuagó algunas lágrimas- si te vieras… te ves tan… -hizo un puchero ahogando una mueca de pena- mal…
- TaeMin.. acércate… -él así lo hizo, y posé mi boca en su oído-. Tú me quitas el sueño, amo tu sonrisa, ver cómo te mueves, tu risa, todo, no sé qué haría sin ti. Yo también.. –tosí un poco y él se alejó preocupado pero con sus mejillas acaloradas- te amo. Y pase lo que pase, siempre estaremos juntos.

Sonreí débilmente, aquel dolor insoportable volvía; él sin soltar mi mano en ningún momento, apreté un poco y TaeMin volvió a acercarse, su aliento era exquisito, y nos fundimos en un beso cargado en amor, el interior de su boca era deliciosa, en el momento que nos separamos me atacó la malditas tos, y el dolor volvió obligándome a cerrar los ojos.
Escuché que Tae me preguntaba algo, luego unos pitidos de algunas máquinas, y pasos frenéticos.
Todo volvía ser borroso ¿Habrá sido un sueño? Todo era demasiado bueno. Él me amaba. En ese momento quería llorar, pero su mano fuertemente entrelazada contra la mía me mantenía en la tierra. Creo que dije que no me soltara, que no me dejara, y entre todos los murmullos y gritos distinguí perfectamente las últimas dos cosas que volvería a sentir.
Primero, su voz, en susurro, pero firmemente diciéndome que no me dejaría jamás.
Segundo, la fuerza de sus dedos entrelazados con los míos, cumpliendo su última promesa.